Generada a partir de la fuerza de los vientos, representa actualmente el 8,4% de la matriz eléctrica brasileña, solo por detrás de la hidroeléctrica (60,6%) y la biomasa (9,1%). Los estudios estiman que la energía eólica se convierte en la segunda fuente más importante de Brasil.
El tamaño de la industria en Brasil
El alto rendimiento de los vientos es una de las razones que colocan al país entre los mayores generadores del mundo. Unidireccionales, constantes, rápidos y con poca turbulencia, los vientos brasileños se encuentran entre los mejores del mundo en estos criterios y son ideales para girar las palas eólicas con más intensidad, permitiendo el máximo aprovechamiento de las turbinas eólicas, así como una mayor generación eléctrica.
Potencial de crecimiento del mercado brasileño
La energía eólica es la fuente renovable más competitiva y de más rápido crecimiento del mundo. Según el Plan Decenal de Expansión Energética 2026 (PDE 2026), ejecutado por el Ministerio de Minas y Energía (MME) y la Empresa de Investigación Energética (EPE), se espera que la capacidad total instalada de energía eólica en Brasil alcance a 28,5 GW para 2026, lo que representaría un 12,5% en la matriz energética brasileña.
Sostenible
Los beneficios de generar energía limpia y sostenible son vastos. En 2016, la energía eólica evitó la emisión de 637 millones de toneladas de CO2 en todo el planeta. En Brasil, fue responsable de reducir la emisión de 21 millones de toneladas en 2017, equivalente a la emisión anual de unos 16 millones de automóviles.
La fuente también tiene el potencial de garantizar la demanda de electricidad, satisfacer las necesidades económicas y ayudar al desarrollo social de varias regiones. Para que os hagáis una idea, se estima que hasta el momento se han creado más de 190 mil puestos de trabajo en Brasil.